Interacciones entre el sueño y el deporte

Que dormir lo suficiente y hacer deporte regularmente tienen efectos positivos sobre la salud, es algo por todos conocido. Sin embargo, no lo es tanto la relación recíproca que estos factores tienen. En este artículo te aclaramos cómo sacar el máximo provecho a los dos.

Dormir lo suficiente es esencial para nuestra salud, mínimo 7 horas al día. La importancia del sueño no depende sólo de la cantidad de horas que dormimos, sino también de la intensidad con la que lo hacemos. Cuantas más fases de sueño profundo, mejor. En esta fase, liberamos las hormonas de crecimiento, que son responsables del crecimiento adecuado de los músculos, de la piel y del pelo. Además, tiene un efecto positivo sobre el sistema inmunológico, reduciendo la predisposición a contraer infecciones.

Para tener un mejor rendimiento deportivo debemos dormir bien. Los músculos se regeneran y crecen. Sólo mientras dormimos podemos cargar las pilas al máximo. En este punto es donde se encuentra la "replay theory" que dice que los nuevos conocimientos y experiencias que adquirimos a lo largo del día, se almacenan y se consolidan durante el sueño. Si estamos aprendiendo, por ejemplo, a practicar un deporte nuevo, no procesaremos correctamente los movimientos hasta que durmamos.

Por otra parte, el deporte es perfecto para liberar estrés, sobre todo el deporte de resistencia. Practicar deporte con regularidad causa un efecto positivo sobre los trastornos del sueño y aumenta la calidad del mismo. No obstante, no debemos excedernos, ya que practicar deporte de manera excesiva también reduce la calidad del sueño. La actividad deportiva también favorece la concentración y sube el ánimo.

La gente muy sedentaria duerme peor, está más cansada e incluso puede tener épocas depresivas y de abatimiento por este motivo.

Se desaconseja practicar deporte por la noche, ya que el movimiento favorece la circulación sanguínea y hace que el cuerpo no quiera dormirse. Lo mejor es evitar la actividad deportiva intensa al menos dos horas antes de irse a dormir. No hay ningún problema, no obstante, si estamos hablando de una actividad moderada, como salir a caminar.

Para poder aprovechar el máximo de nosotros mismos, tenemos que encontrar el equilibrio. No dormir demasiado poco, ni hacer muy poco deporte, así como no dormir demasiado, ni hacer demasiado deporte. Lo ideal es encontrar el punto exacto de equilibrio.