Salir de la zona de confort

¿Te has preguntado alguna vez por qué te esfuerzas y no avanzas? Llevas entrenando meses y no ves progresos. Quizá te has estancado en tu zona de confort.

La zona de confort es un concepto psicológico. Se trata de un espacio en el que las actividades se desarrollan siguiendo un patrón inconsciente. En este espacio te sientes bien, es agradable, seguro y no te crea estrés

Entonces ¿por qué abandonar esta zona si allí me siento bien? La respuesta es simple: si te quedas ahí, no hay progreso. Hay dos tipos de estrés. El estrés positivo es el que nos mueve sin agobiarnos y nos hace evolucionar y progresar. Además es el que marca la diferencia entre el rendimiento continuo y el rendimiento óptimo. En la zona de confort hay un rendimiento continuo, pero como no hay esfuerzo, acabas estancándote. Todo evoluciona a tu alrededor, lo que implica que tú retrocedes.

Este hecho puede observarse en el deporte. Si por ejemplo no practicabas deporte pero empiezas a hacerlo, poco a poco habrá progresos. Si no pones a prueba tus límites te quedarás en la zona de confort, será como estar en una meseta. Poco a poco, si siempre es lo mismo, la motivación se perderá y harás ejercicio con menos frecuencia, destruyendo lo que habías empezado.

Por esta razón, resulta motivador probar tus límites (no sobrepasarlos) para crecer y afrontar nuevos desafíos. Debes observar y ser consciente de cuándo te estableces en la meseta para volver a proponerte otro avance, de modo que crees un círculo vicioso.

El confort como objetivo 

Hoy en día se aspira a alcanzar la comodidad. Esto puede volverse un problema. Se dice que cuando eres rico puedes comprarte todo lo que desees. La mayoría de las cosas no las necesitas, pero representan confort y seguridad. Cuando tienes todo, debes tener precaución, ya que la comodidad mata la motivación.

Mitos

Incluso en las leyendas tradicionales se representa la posibilidad de salir de esta zona de confort. El héroe debe salir a emprender una aventura, normalmente no quiere y se le convence. Después de esa aventura se convierte en un héroe y sus proezas se narran de generación en generación. ¿Quién conocería hoy a Hércules si se hubiera quedado en casa?

El miedo

El miedo a lo desconocido nos impide salir de la zona de confort más a menudo. El origen del miedo está en el sistema límbico del cerebro, coloquialmente conocido como el cerebro reptiliano. Para esta parte del cerebro, el objetivo es sobrevivir. Dejar la zona de confort implica peligro y es que a la vuelta de la esquina podría haber un depredador.

Como puedes ver, el sistema límbico no nos pone al día en la sociedad actual y lamentablemente ejerce una gran influencia.

La gran constante de la vida

Lo único que en la vida es permanente son los cambios. Nada permanece siempre igual, tarde o temprano todo cambia. Es de lo único que podemos estar seguros. La vida significa cambio y adaptación en las distintas áreas: familia, trabajo y rendimiento físico.

¿Cómo salir?

Es importante tomar una decisión consciente para dejar la zona de confort. Estas son las ventajas:

  • Vivir nuevas experiencias. Lo desconocido de repente se vuelve imprescindible. 
  • Nuevas perspectivas: cuantas más experiencias se viven, más se crece como ser humano. Se alcanza mayor madurez emocional y sabiduría.
  • Es el único modo de vencer las inseguridades. Nos enfrentamos a ellas, vemos que no es tan duro ni difícil como creíamos y de repente desaparecen.

Lo mejor es ir abandonando la zona de confort dando pequeños pasos para que el sistema límbico no se rebele. Puedes probar un nuevo restaurante, o probar una nueva comida. También puedes correr 50 metros más en tu próxima sesión de entrenamiento. Sé creativo, la fantasía no tiene límites. Con la ayuda des estas medidas, tu zona de confort crece y vives nuevas experiencias.

No se trata de "mayor rendimiento" El objetivo de este artículo no es el transmitir "siempre más". Simplemente que no siempre ha de ser lo mismo. Nuevas experiencias, sin presión. Esa es la idea.