¿Duermes habitualmente mal? Te ofrecemos algunos consejos útiles para mejorar tu sueño.

¿Duermes habitualmente mal? Te ofrecemos algunos consejos útiles para mejorar tu sueño.

Cada vez más personas tiene problemas de sueño. Si bien muchos consideran que dormir es una molestia inevitable, es un hábito esencial para tener una vida sana. El cuerpo se regenera durante el sueño y llena sus reservas de energía. Dormir mal o muy poco hace que el sistema inmunológico se debilite, así como una pérdida del rendimiento mental y físico.

¿Son una solución las pastillas para dormir?

Para resolver los problemas de sueño, muchas personas recurren a las pastillas para dormir. Pero a menudo comienzan un círculo vicioso. En algún momento, se genera una dependencia y no les es posible dormir si no toman medicamentos. Por ello, las pastillas siempre deben ser el último recurso. Primero se debe intentar solucionar el problema probando otras formas para mejorar el sueño.

Dormir con estrés

Por la noche es cuando más se acusa el estrés del trabajo y de la familia. Las nuevas tecnologías tampoco ayudan. El teléfono requiere atención constante, antes de dormir hay que sentarse a ver la televisión o el ordenador. La cena, como siempre, es cuantiosa y hace que la digestión sea lenta y pesada. Además las personas se mueven solo lo estrictamente imprescindible. No se hace deporte de forma habitual. ¿Así es posible dormir bien? Lo has adivinado, no.

¿Qué hacer para contrarrestar estos problemas?

El mundo moderno, con todos sus grandes logros técnicos, ya no es óptimo para nuestros cuerpos y su necesidad de dormir. Debemos eliminar conscientemente tantos ladrones de sueño como sea posible. Solo así podremos volver a dormir bien. Te ofrecemos algunas formas simples que te pueden ayudar a comenzar a dormir adecuadamente:

  • Realizar cenas ligeras y no copiosas. La última comida debe ser tres horas antes de acostarse.
  • Limpia tu habitación y mantenla ordenada para crear paz y calma.
  • Ventilar el dormitorio regularmente. Esto no solo proporciona una mejor calidad del aire, también regula la temperatura. Si hace demasiado calor, duermes mal.
  • Oscurecer el dormitorio tanto como sea posible. Cuanto más oscuro es, mejor vas a dormir.
  • Intenta eliminar las fuentes de ruido. Si esto no es posible y te despiertas una y otra vez, prueba a usar tapones para dormir especiales para por la noche.
  • Hacer deporte de forma habitual. Los deportes de resistencia no solo reducen el estrés, también ayudan a dormir mejor. No hagas ejercicio justo antes de irte a la cama. A corto plazo, el deporte aumenta la circulación, lo que hace que sea más fácil dormir después.
  • Reducir la luz azul. Este tipo de luz la emiten las pantallas (Ej. móvil, tablet, etc.). El cerebro la percibe como si todavía fuera de día. Por lo tanto para él no es hora de dormir. Reducir el tiempo de ver este tipo de pantallas durante la noche hay que reducirlo al mínimo.
  • Por supuesto, las mezclas especiales de hierbas o las combinaciones de fragancias pueden hacer que sea más fácil dormir o no. La valeriana, la melisa o varias infusiones se han utilizado desde la época de las abuelas para ayudar a dormir.
  • Reducir el estrés. Hay muchas posibilidades. Puedes leer un libro relajante por la noche, aprender una técnica de relajación, etc ... No importa lo que se haga, siempre que reduzca el nivel de estrés.
  • La rutina ayuda a conciliar el sueño. Deberíamos acostumbrarnos a los rituales de la noche, que repetimos diariamente. Con estos rituales, entrenamos al cuerpo para que se canse y se relaje.
  • A partir del almuerzo no se deben tomar estimulantes. Cuando estamos cansados durante el día, a menudo consumimos cafeína o alguna bebida energética. Estos remedios pueden perturbar nuestro sueño. Es por eso que debemos consumir la menor cantidad posible después del almuerzo.
  • Evitar el alcohol. Si bien esto te ayuda a quedarte dormido en un primer momento, el sueño no es placentero y relajado, por lo que a la mañana siguiente seguirás teniendo sueño.